1.10.10

Diario JAÉN. Fin de la historia.

Tras la reacción producida el martes pasado en Facebook, el miércoles mantuve otra reunión con Juan Espejo, director de Diario JAÉN, quien volvió a ofrecerme Opinión, algo que en ningún momento se me dijo en la reunión del lunes: en ésta sólo acertaba a decirme que tenía que "cambiar de registro" y que hiciera "otra cosa", sin más explicaciones, a lo que me negué. Pues bien, con estos frustrantes y mareantes antecedentes (y con los de 10 años conservando un buen puñado de artículos censurados), he decidido no aceptar esta nueva oferta. No quiero seguir colaborando en el JAÉN. Se acabó. Muchas gracias por vuestro impresionante apoyo. Y que sepáis que, con él (como con el del muro de la plataforma "¿Qué hay de lo mío?") algo hemos cambiado. Algo está cambiando. Falta hace.

28.9.10

Pues no me he ahogado, me han ahogado

Según conversación mantenida ayer con Juan Espejo, director del diario JAÉN, el periódico me quiere fuera de las páginas de opinión. ¿Por qué? La respuesta ha sido: porque sí. Sin más explicaciones. Es lo que hay. Esa es la libertad de expresión, la pluralidad y la independencia de la que luego se les llena la boca.

Gracias a todos los seguidores de este blog, que sé que son muchos. Gracias incluso a los que me han escrito para insultarme y amenazarme. Un placer.

27.6.10

Cerrado por vacaciones

Hasta septiembre, si Dios quiere y no me he ahogado o algo.

25.6.10

Jazz

Trufado como está de deuderías, de esas deuderías que debe el Patronato de Cultura y Festejos del Ayuntamiento de Jaén, antiguas y acumuladas y caraduras, veremos a ver si este mes de julio se celebra el “Jazz entre olivos”, denominación que —por cierto— el Patronato del Montané y del Iznaola registró a su nombre el año pasado a espaldas de quien se la inventó, el Ángel Millán. O sea que, encima que maltratas el evento encebollándote con él y hasta con algunos de los músicos de prestigio que han participado, coges y te registras al descuido del nombre de la criatura. Tiene huevos, tío, tiene huevos. No me extraña el calibre de las pestes que se oyen acerca de la cultura y los festejos municipales. Esto va a reventar. Es más: esto debería reventar ya, ahora que parece —parece— que a la gente se le está quitando el miedo al veto y a la lista negra que te ganas por criticar la gestión de esos chapuceros altivos que cuecen sus mierduzas en el Palacio del Condestable y pretenden que no se salga el olor. Hemos llegado a un punto tan lamentable que, ya, cuando se va a celebrar en Jaén cualquier cosa sellada por el Patronato, sabemos que su realización no es segura hasta que comienza, pues se puede dar que, a modo de protesta, la peña se niegue a trabajar en el último momento.

24.6.10

Nada

Ya sé que hay formas muy elegantes y disimuladas y correctas y planificadas y discretas y positivas y hasta graciosas e incluso geniales de escribir y escribir y escribir letra tras letra, sílaba tras sílaba, palabra tras palabra y, en definitiva, no decir nada; pero es que a mí esos métodos no me los enseñaron en la escuela de columnistas o a lo mejor sí me los enseñaron pero yo no atendí lo suficiente o me puse malo o no me interesaba en absoluto, yo qué sé, ya ni me acuerdo. El caso es que hay una gran diferencia entre no tener nada que decir y no querer decir nada. Por ejemplo: cuando no tienes nada que decir y hay que decir algo, lo más a mano que tiene uno es contar lo que ve a través de su ventana: la vecina tendiendo, el pájaro que pasa, el ancianito que cruza la calle, el perro que rebrinca y ladra todo contentillo y todo eso, con lo cual uno hace la columna visual que, te pongas como te pongas, siempre queda pestiñazo. Sin embargo, cuando uno no quiere decir nada, la cosa se complica, porque, también te pongas como te pongas, al final terminas diciendo algo, como en este caso, como en todos los casos, por lo cual tu voluntad se rebela contra ti y vienen los alaridos, los golpes de pecho y el rechinar de los dientes. Ah, y los ayes, se me olvidaba que los ayes vienen también.

23.6.10

La porreta

Hale, pues ya nos hemos callado, como siempre. Es lo que tiene el jaenino capitalero: que, ante lo que no le gusta, ladra hasta desgañitarse, hasta saltarse un ganglio con gusto, normalmente poniendo cara de borricote ofendido, pero a los dos días ya se está encogiendo de hombros y de mondongos y lo deja todo pasar. Al final nos echan a perder la plaza Santa María, con la que se lió cuando nos enseñaron la imagen virtual de cómo va a quedar, así que el berrinche inicial sólo ha sido energía gastada para chominá que briegues. Esto lo saben los políticos que nos imponen las trastadas urbanísticas, y otras, de manera que en sus agendas suele haber tres anotaciones en tres páginas distintas: “Aguantar el chaparrón”, “Aguantar el chaparrón” y “Se acabó el chaparrón. Seguir con el proyecto que nos sale a nosotros de la rebaba de la punta de la cazoleta de la porreta”. Cuando pasen años y lustros y décadas y la plaza Santa María sea ya una chalaúra aceptada, como tantas que hay, habrá quien se invente una lucha, un pulso, un protesta continuada contra los gobernantes municipales de aquel tiempo, cuando una tal Peñalver alcaldaba, y una derrota interesantísima por lo mártires que nos hizo a unos cuantos cantamañanas, igual que cuando los tíos coñazo esos nos cuentan lo de los grises.

22.6.10

La comida

Le van a hacer una comida a Gaspar Zarrías los socialistas jaenonchos el sábado que viene. ¡Abuela: que digo que el sábado que viene los socialistas jaenonchos le van a hacer una comida a Gaspar Zarrías! Ya sé que te importa un comino, leche, pero habrá que escribir la columna, ¿no? Los socialistas jaenonchos no olvidan a Gaspar Zarrías, pero sobre todo no quieren que Gaspar Zarrías se olvide de ellos por culpa de sus cosas de Madrid y por eso le van a hacer una comida el sábado. Una comida buena ahí. De homenaje, de agradecimiento, no te vayas a creer que es por alimentarlo. La comida es de eso: de comida. Se la van a hacer en la Institución Ferial y vale treinta euros el cubierto. Ignoro el menú, lo ignoro con una profundidad asombrosa, pero se cuenta que habrá mucho salserío y mucho patataje, mucho filetaco sobrado, mucho pescadito suave y, a los postres, muchos ruegos, peticiones, preguntas y alabanzas, alabanzas, alabanzas, alabanzas, y también ese hojaldre de mejillas a punto para ser o no cacheteadas por tan significativas y hábiles manos, que eso es lo que mide si Zarrías sigue teniendo en cuenta a tal o cual socialista jaenoncho: que te abofetee la mejilla y parte del pescuezo. Después no sé si habrá baile, porque estas cosas fatigan mucho el ego y acaba uno exhausto.

21.6.10

La Roja

Yo creo que ya está, ¿eh? Ya jugaron el otro día, se dieron el gusto. Perdieron, sí, qué le vamos a hacer; pero ya están desfogaícos, ya han salido ellos en el Mundial, y ahora lo que tenían que hacer es venirse ya para acá, que están muy lejos, a ver si les va a pasar algo, dios no lo quiera, qué susto, allí con los negros y con los leones. Anda, sí, que se vengan, que, como en España, no se está en ningún sitio. Yo es que pienso en esas madres y se me pone un pellizco que pa qué aquí donde el estómago empieza: con los hijos allí solicos, en Sudáfrica, señor mío, que yo no sé por qué hay que irse tan lejísimos para jugar a la pelota, habiendo campos de fútbol en todas partes, al lado de casica. Y es que son tan jovencillos todavía los angelicos. Da miedo pensar en la cantidad de desaprensivos que hay por el mundo al acecho del cervatillo que se aleja de la manada, y más por allí por la parte de África, que la gente va con plumas en la cabeza y con las tetas al aire, pegando berridos. Ay, que sí, que se tienen que venir ya, que aquí estamos que no vivimos. Su campico de siempre les está esperando, y los botellines del bar, y las muchachillas que los pretenden de novios, y los cocidos de sus madres, y sus academias de inglés los jueves por la tarde. Cuando sean grandes que hagan lo que quieran.

18.6.10

RTVA

Para desinfectarse la conciencia y poder decir “cuchi cómo nos sacrificamos y qué buenos y qué solidarios y qué guapos somos y qué tipo tenemos”, la Radio Televisión Andaluza suprimirá directivos y ahorrará costes en los programicas. A buenas horas. Pero es que, aun así, el director general, don Pablo Carrasco, toma del frasco, seguirá cobrando el doble que el propio presidente de la Junta de Andalucía tras recortarse un diez por ciento del sueldo, 125.400 euracos al año. Y yo pregunto, cagontó: ¿Se puede saber qué pollas hace este tío para merecerse ese pastizal público, maldita sea la leche que mamó el demonio? Este y tantos otros cargos y carguetes. Ya está bien, que así nos tienen entre todos. Mientras los sueldos se sigan fijando en virtud del renombre del cargo y no de la equivalencia al esfuerzo de cada curro, esto será un cachondeo. ¿Por qué un director general de un ente público, ¡público!, no puede tener un sueldo apañado y ya está? Pues no, tiene que ser un sueldaco, una exageración, será porque así es como se cree que es director general. Ni que se deslomara el gachón catorce horas diarias, por dios santísimo. Da asco que, entre los contratos basura y el paro que su inútil política produce, ellos mismos se estén poniendo las botas tras vaciarlas de fajos de billetes.

17.6.10

40 años

Tres meses llevaba este mundo disfrutando de mi presencia cuando se inauguró el mercado de la República Independiente de Peñamefécit, hace 40 años, un noble edificio plano y entre colegios que nos saludaba a los nenes cada mañana, camino del matadero de la EGB, con ese efluvio alegre, biológico y maternal que armaban las verduras, los pescados y el pregón de los mercaderes y que, por las noches, cerrado, desierto y vigilado por bujarrones, nos cedía gustoso la rampa de los carritos para que nos escurriéramos sobre cartones o sobre el propio culo, trineos chuléricos de cuando los niños éramos niños y no figuritas de porcelana. No era “el mercado”, era “la plaza”, nuestra plaza, y el hecho de tenerla en territorio barrial nos permitía a los republicanos peñamefeciteros hablarles de tú a los señoritos chirris del Jaén de arriba. Allí nuestras madres, con sus monederos de broche bajo el brazo, hablaban de duros con el Azafranero, Manolo el de la carne, Carmencita, hoy regenerados por Víctor, Pepi, Ana, todos tan gigantes detrás de sus puestos llenos de vísceras, melocotones, pimientas y huesos blancos. Aquella plaza de abastos nuestra, de suelo gris untado de liquidillos rosa y acelgas pisadas, sigue siendo un gran mercado, está de aniversario y se nos mete en la biografía. Felicidades.

16.6.10

Patatiesa

Debido a los cuatrocientos mil euros que el Ayuntamiento de Jaén le debe a la empresa de seguridad Provibe, y si nada se ha remediado, el teatro jaenato “Infanta Leonor” se queda hoy sin vigilancia, tal y como nos contaba ayer este periódico. Así que, señores, es el momento. ¡Vamos a tomarlo! ¡Okupémoslo! Vamos a hacernos con el edificio (los reumáticos que se abstengan, que hay humedad) y vamos a poner algunas cosas en orden. Lo primero eliminar a mazazos lo de “Nuevo”, que no es nuevo porque nunca hubo otro teatro llamado “Infanta Leonor”, o si se nos pone en la punta de la cazoleta le cambiamos el nombre entero, abajo la monarquía, que para eso somos okupas, y que se llame, no sé, Teatro Patatiesa o Chingalapinga o algo así. Y después, también a mazazos, claro, que para eso somos antisociales, ampliamos el portón de carga y descarga, que no caben los camiones de las grandes compañías, y mejoramos la acústica, a mazazos, por supuesto, y le prohibimos la entrada a la directora, sin maza, con educación, y montamos una comedieta de mofa y de befa contra el concejal Montané y abrimos puertas de emergencia, que no hay, por si tenemos que salir corriendo, y nos unimos cada noche en oración solidaria por los trabajadores de Provibe, que llevan seis meses sin cobrar.

15.6.10

Salmorejo

Mucho más que sus palabras, lo que me asombra y hasta me da miedo es la expresión de la cara del tertuliano de Intereconomía (Eduardo García Serrano, programa El gato al agua) mientras llama “zorra repugnante” y “guarra” a la consejera de Sanidad de la Generalitat catalana, Marina Geli, por —según él— animar a los menores a “meneársela” (término por el que pide perdón, el tío, después de lo que ha dicho, tiene guasa) y a practicar el sexo de boquilla. ¡El hijo el gori, qué cara pone! Es una cara de asco antiguo, de asco contenido para no vomitar en público, de asco fundamentalista, de asco ultraderechista, probablemente fingido, pero muy bien representado en ese teatrico de títeres polvorientos y malos, o sea los de la cachiporra, que es Intereconomía. Es el asco de esas criaturas severísimas con la moral y obsesionadas con el sexo. Las hay, quedan muchas. No digo que sea el caso de este hombre en particular, pero esas criaturas de las que hablo son las que después, en la intimidad, pondrían colorado al Marqués de Sade y a Rocco Siffredi juntos. La hipocresía es a la moral sexual lo que el tomate al salmorejo: imposible que exista el salmorejo sin tomate. De ahí esos rostros tersos por la indignación mientras defiendes lo puro mientras estás soltando pestes por la boca.